Con la locura de la auto matrícula he pensado que, había un par de cosillas que me hubiera gustado saber antes de comenzar a estudiar esta carrera. Quizás mi historia sirva para algo.
¿TIENES QUE SER
UN LUMBRERAS PARA ESTUDIAR MEDICINA?
NO. En primer
lugar, nunca fui un alumno modélico. No era el típico que sacaba todo dieces o
el favorito del profesor. Más bien era el segundón que se mataba a estudiar y
que se esforzaba al máximo, para poder llegar el día de mañana a realizar la
profesión que le gustaba.
Mi 1º de bachillerato fue bastante flojito con
una media un poco por encima del 7 (e incluso fui a septiembre con química y con
matemáticas), y mi 2º, se basó en estudiar como una mula hasta caer
rendido al terminar selectividad (donde curiosamente tuve un 9,8 en química e
hice bastante bien el resto de exámenes)
Nunca tuve claro
que quería estudiar, pasando por orientaciones tan variopintas como:
astronauta, policía, profesor, filólogo, biólogo, etc. Finalmente en esa
progresión, descubrí las dos cosas que me hicieron decantarme por la rama
sanitaria: que quería una profesión en la que pudiera ayudar a las personas, y
que debería estar relacionada con las ciencias de la salud.
Es cierto que
también parte de la culpa de que me decantase en bachillerato por la rama de
salud, fue por un desliz hormonal que me trajo de cabeza hasta hace un par de
años. Pero mis principales motivos, iban más allá del enamoramiento, y eran
claros y objetivos: ayudar/curar.
Pero, si tus motivos, tienen que ver con una
chica o un chico, no seré yo quien te diga que vas mal encaminado. Peor es
elegir medicina por el dinero y el prestigio social, y también figuran entre
las motivaciones de los aspirantes.
Te recomiendo que te gafas las siguientes preguntas:
- ¿Qué te gusta y se te da bien?
- ¿Que serías capaz de estar haciendo el resto de tu vida sin cansarte?
¿CÓMO PUEDES ACCEDER
A MEDICINA? ¿ES DIFICIL?
Debéis imaginar
Medicina como una inmensa puerta de roble macizo muy vieja, pero resistente, de
una altura gigantesca que no tienen fin, a la que llamas y llamas para intentar
entrar y, dependiendo de tu esfuerzo o de tu inteligencia, te dejan entrar. No
sin derramar antes mucho sudor y lágrimas.
Yo tuve que
llamar una primera vez, y entré finalmente en otra carrera sanitaria,
Enfermería. Pero, no es el fin del mundo, sólo fue el calentamiento de la vida
universitaria, donde encontré a algunos de mis mejores amigos, y aprendí lo que
marca la diferencia entre primero y segundo de carrera: la experiencia.
Tras un primer
intento, y un maravilloso año en Enfermería, volví a llamar a la puerta. Más
bien, la puerta me llamó desde un lugar llamado Huesca.
Es en ese
momento, cuando debes decidir que vale más la pena: tu familia, tu ciudad, tus
amigos, tu mundo….esforzarte un poquito más para entrar donde te viene mejor…o
aceptar la plaza a toda costa. Yo decidí esperar, no sin antes derramar
bastantes más lágrimas de lo normal y sufrir con desesperación.
Es una carrera
larga y, créeme, vas a necesitar todo el apoyo del mundo para poder estar seis
años estudiándola. La familia, será un pilar imprescindible y, si no estás a su
lado…vas a estar bastante jodido hasta que consigas salir adelante. Pero, si
eres alguien independiente, que puede y quiere permitirse estudiar fuera, lo
mejor es que no te limites a echar la preinscripción sólo en Sevilla, sino en
toda España.
Por mi parte: rechacé
Huesca, rechacé posteriormente Zaragoza y, cuando había perdido toda esperanza,
las puertas de Cádiz se me abrieron de par en par y yo, sin pensarlo, acepté la
plaza provisionalmente, mientras esperaba una respuesta de Sevilla, que se hacía
de rogar.
Cuando ya estaba
con piso buscado y matriculado en la UCa, conseguí entrar en Sevilla. He de
confesar que fue uno de los días más felices de mi vida, pero no sentí la misma
emoción ni felicidad que cuando me llamaron desde Huesca (mientras estudiaba
farmacología y fisiopatología de septiembre para enfermería), es algo curioso
que en parte, presagiara que era el comienzo de las dificultades.
Y, UNA VEZ
DENTRO ¿QUÉ?
Si has realizado
algún módulo de grado superior o alguna carrera sanitaria, tienes en cierto
modo la facilidad de no “haber perdido el tiempo”, debido a la convalidación de
asignaturas.
Esto consiste en
que, si has realizado algún estudio que, en base a la normativa, cumpla las
mismas características que algunas de las asignaturas de Medicina, dichas
asignaturas no tienes porque cursarlas de nuevo, y se te aprueban con la misma
nota que en los estudios de origen, tras pasar por una comisión que evalúa que
esté todo bien.
Convalidar,
implica que no sabes si empiezas en Primero o en segundo de Medicina, implica
que formas parte de la carrera, pero no sabes cuales son exactamente tus
compañeros, implica que puedes conseguir recuperar el año que realizaste en
otros estudios, o que pueden caerte las asignaturas como si fueran fichas de
dominó, implican muchas cosas.
Piensa bien lo que vas a hacer y, sobre
todo, consulta a la delegación de alumnos y la normativa, antes de hacer algún
movimiento que pueda afectarte de por vida.
Una vez en
Medicina, tienes dos opciones ¿te implicas sólo en estudiar, o te implicas en
que tu paso por la facultad vaya más allá? En mi caso, decidí implicarme en la
representación estudiantil, la cual me ha dado muchas satisfacciones pero
también me ha hecho darme cuenta, de los enormes fallos que acucian la carrera,
y sobre todo la Facultad de Medicina de Sevilla.
No te obceques
sólo con estudiar y aprobar. Haz deporte, monta actividades, inscríbete en las
actividades que te proporcione la Universidad, implícate en los órganos de
gobierno, conoce a tus compañeros, disfruta, vive, que son seis años, que son largos,
pero se pasan volando.
¿CÓMO ES
MEDICINA SEVILLA?
No os mentiré.
Si tuviera la oportunidad de hacer Medicina desde el principio, y con todos los
medios disponibles: no elegiría Sevilla, la ciudad elitista.
La docencia está
en su mayoría basada en metodologías anticuadas, profesores empecinados en
hacer las cosas a su manera y cuya principal motivación no es enseñar, sino
puros egoísmos e intereses personales.
Los temarios pueden ser abrumadores,
exámenes que no corresponden a lo aprendido y donde te limitas a vomitar lo
estudiado en un par de semanas, ¿Los famosos ECTS?…me río yo de la equivalencia
entre 1 ECTS y lo que realmente vas a tener que estudiar en horas para aprobar
una asignatura de 3.
Los compañeros
viven en un constante ambiente de competitividad donde, no nos mintamos, si hay
que pisar a alguien, se pisa. La ayuda y el trabajo en equipo en esta carrera
son obligados, pocas veces altruistas. Hay grupos o clases, donde la hipocresía
roza límites insospechados. Hay días donde dudas de, sí realmente una persona, es
tu amigo de verdad o no. Hay de todo, pero no te conviene salirte del rebaño,
sino quieres ser la ovejita negra durante 6 años.
El enchufismo
existe. Si dudabas de su existencia, a poco que pises la facultad verás como
aún siguen existiendo l@s hijas de fulano, mengano, etc. El favoritismo existe,
entre profesores, entre compañeros, incluso en la propia secretaria a la que
tantas veces tendrás que recurrir.
Los chanchullos y tejemanejes están ahí,
aunque no los veas. Acceder a ellos es tan fácil como implicarte en intentar erradicarlos.
Te recomiendo la lectura de las normativas generales.
Las prácticas y
las instalaciones son un asco. Se mantienen en un fino hilo de equilibrio en el
cual los estudiantes, tienen más implicación y cuidado, que los propios órganos
encargados de mantener el prestigio de un supuesto “campus de excelencia internacional”.
Si tienes la
oportunidad de darte un paseo por nuestras instalaciones, y ver de paso, las
instalaciones del resto de campus/facultades: ¡disfruta comparando! Esta será
tu “chabola” durante 3 años si tienes suerte, sino, siempre tienes la opción de
elegir el HUVR o el HUNSV, ambos no difieren mucho del campus Macarena.
Si quieres tener
buenas prácticas, tendrás lo básico… ¿El resto?: aprende a buscártelo por tu
propia cuenta, sino, estarás jodido. En esta carrera, donde de verdad se
aprende es haciendo Medicina, no sólo estudiándola.
Por supuesto,
estoy generalizando. Para poder seguir adelante en esta travesía tendrás a un
par de amigos que tirarán de ti, a tu familia que acabará de ti hasta los
cojones, a ese/esa profesor/a que reavivará tu fe en la enseñanza, a los
compañeros de la delegación que sacrifican su tiempo para que no se sacrifique
el de la mayoría, etc.
Pero lo que más
te ayudará a seguir adelante, es que estudias Medicina: tratar a tu primer
paciente en el centro de salud, ver un parto, auscultar por primera vez a alguien,
medir la presión arterial, ver como tu médico le da las malas noticias de la
forma más cercana posible a una familiar, etc.
La carrera tanto
en Sevilla como en cualquier otra parte del mundo, no es fácil. Y, digan lo que
digan, es la carrera más difícil pero la más bonita que existe. Sin embargo, la
conclusión a todo lo relatado es que: “debes estar dispuesto a dar tu vida a la
Medicina, tu corazón, tu alma, tu tiempo, tus esfuerzos, una gran parte de ti.
Pero todo ello, sin dejar de ser tu mismo”.
Si vas a
comenzar esta maravillosa aventura: Bienvenido, espero conocerte pronto.
Si ya
la has vivido: espero no haber sido demasiado duro.
Y si aún la estás viviendo:
queda mucho por hacer mi querid@ medicoblasto.
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